top of page
Search
  • Writer's pictureUna dama limeña

La crème del Cream Rica



A veces me daba la gana de gozar de mi tiempo libre como yo lo deseaba. Era un poco ir en contra de lo que en esos años se acostumbraba, y no eran muchas las jovencitas conocidas a atreverse a lo mío. Para mí, no era criticable.


Saben de lo que hablo, ¿no? Pues de salir, de poder ir al centro de Lima, sin tener que estar atenta a las conocidas malas lenguas, ni tener que pedir a nadie que me acompañara. Ni a mis primitos que son muy divertidos, ni a mis hermanitas, que a veces se hacían de rogar, ni a los de siempre, los que nunca dicen no, esos que ni fu ni fa.


Pues eso, me daba por ir sola al centro, a jironear, como ya oí decir a algún huachafo. Empezaba por el final de la avenida Colmena. Sí, por el final, porque a veces también me daba por recordar a mi papi jugando rocambor, ahí mismo, en el Club Nacional, ese club de pura cepa peruana donde los socios traían a sus invitados -políticos, directores de periódicos, diplomáticos de alto rango, gente importantona- a comer grandes bienvenidas.


Y recordando a mi papi, ¡ya estaba en la plaza de San Martín! En la plaza del libertador de la patria, se concentraba todo: los mejores restaurantes, la boîte de moda -creo que se llamaba Embassy-, donde solo se entraba con corbata, y el mejor hotel, el Gran Hotel Bolívar.


Seguía por el Jirón de la Unión, que era bien feíto pero, ¡qué tentación! Estaba repleto de tiendas que vendían de lo mejor, ropa, joyas, todas esas cosas lindas que a una le hacen soñar – o, si ya está harta de soñar, hacer cuentas para ver de dónde saca la plata-. Y a pocos metros, mi propósito: el Cream Rica.


Desde fuera ya se escuchaban las voces. Hola hermanón, ¿qué ha sido de ti? Trabajando, pues. La mayoría de los que lo frecuentaban eran intelectuales, periodistas, artistas, mujeriegos, conocidos todos. Había siempre mucha vida, amistad, curiosidad, el café, los helados, ¡ah, esos helados! Los que atendían, felices -pienso, yo- esperaban. Oye, cholo, dame el heladito de siempre. Al toque, señor. Voy al fondo, no te olvides de mi café.


Yo me quedaba cerca de la entrada -claro, ¡estaba sola!- disfrutando del ambiente, y de mi helado, y del café que tomaría después de mi helado. Y de las conversaciones, obvio. Entonces su relato trata sobre un indígena que toca arpa, ¿verdad? Preguntaba con acento francés un señor. Sí, pues, y el terrateniente lo mató justamente por haber tocado en la casa de Irma, su amante, que era muy celosa. Respondía, con un acento bien peruano, el autor.


¡Pero si ese es aprista! Tú bien sabes lo que pasaría si se atreve a regresar, estamos hablando de Odría, compadre. La conversación venía de unos periodistas de La Prensa, en la mesa de al lado, que no paraban de mirar en mi dirección. A mí o a la otra mesa, donde estaba una señora ya madura sentada con un jovencito, escuchando con cara de Julia enamorada al mocoso, un aspirante a escribidor, leyéndole un cuento suyo... ¡Ajá! ¿A que se lo creyeron? Esto de la señora en el Cream Rica lo leí años después en un libro. Perdón, no me resistí.


Continuando. Los periodistas de la mesa de al lado no paraban de mirarme. Un chico, no muy guapo, pero bastante distinguido, se acercó a ellos. Oye, mira, qué buena moza esa chiquita, ¿quién es? Yo no esperé por la respuesta.


Salí disparada hasta el Rimac, que apenas tiene agua -pobre río-, pero muchas artesanías a la venta y algunas casas de gran linaje donde sus dueños, de títulos nobiliarios, se aguantaban vendiendo sus extras de antigüedades. Y me fui a casa.


Pero el distinguido que preguntó por la chiquita, no paró. Él se las ingenió para saber la respuesta y, en una ocasión más adecuada, conseguir serme presentado. Y lo consiguió a través de una amiga mía.


R –sí, solo una letra para que después no digan que soy una chismosa- era abogado como su padre y descendiente de un escribano que vino con los conquistadores -se supone que es otra categoría-. Y así surgió un amor -más bien platónico- de cinco años.


Ahora, mi descanso y para ustedes también.


69 views0 comments

Recent Posts

See All

Comments


bottom of page